¿Por qué los mayas adornaban sus dientes con piedras preciosas?

Para la civilización maya, adornar sus dientes con hermosas piedras era exclusivo de la élite, la aristocracia y personas con un alto rango dentro de la sociedad.

Adornar así la dentadura aumentaba la belleza y hacía ver que eras alguien importante.

Las piedras que utilizaban para adornar su sonrisa eran el jade, conchas de mar, obsidiana, el pedernal y el cuarzo, entre otros.

Se sabe que durante estas prácticas, los “dentistas mayas” utilizaban distintas herramientas y técnicas.

Las más comunes eran el cuarzo, al ser duro y lo suficientemente abrasivo para perforar el diente.

Se perforaba hasta llegar a la dentina y se incrustaba la piedra dentro del cuenco recién formado.

Se utilizaba un cemento hecho a base de fosfato de calcio para fijar las piedras, pero no era tan necesario, pues el trabajo de estos “dentistas mayas” era milimétricamente perfecto.

Un pulso increíble, precisión exacta y maestría en la técnica que utilizaban eran los principales atributos de quienes hacían este decorado dental.

Otra costumbre maya que tenía que ver con los dientes era el utilizar piedras preciosas como el jade y agua para deformar las piezas dentales, dotándolos de una forma puntiaguda.

Limar los incisivos era un poco menos complicado que adornarlos con piedras preciosas y también aumentaba la belleza.

La dieta general entre la población maya estaba conformada por muchos carbohidratos y carecía de proteínas y vitamina C, por lo que la periodontitis, una grave infección de las encías, era común.

Para combatir esta infección que causa la pérdida de los dientes, utilizaban infusiones con la corteza y raíces de mak, planta que crece a la orilla de los cenotes.